Ante la marabunta de críticas hacia Amancio Ortega, una reciente publicación de su tributación, en concreto a través de su sociedad Pontegadea Inversiones, parece desmentir las acusaciones sobre su falta de pago de impuestos. De acuerdo con informes de contabilidad el empresario gallego pagó el año pasado 1.168 millones de euros en concepto de Impuesto de Sociedades en todo el mundo, un 5.5% más que en 2018.
En este sentido la publicación de estos datos parece desligetimar las acusaciiones sobre posibles fraudes fiscales, pues en España el empresario tributó más de 392 millones euros al erario público en concepto de impuesto de Sociedades. Esto, por supuesto, sin contar otro tipo de tributaciones como el impuesto de Patrimonio o el Ibi, que también, como es lógico, paga. Pese a esto no le han faltado detractores, pues el hermano del actual Ministro de Consumo de España, Eduardo Garzón, acusó a las compañías de Ortega de “tener un beneficio disparatado” y no “tributar en España”.
Altas personalidades de la política como Pablo Iglesias o Irene Montero se han enzarzado en los últimos años contra el empresario coruñés, alegando “explotación”, “fraude fiscal” o todo tipo de actos delictivos contra su figura. Llegando al punto de querer rechazar sus donativos a la Sanidad Pública para que “la sanidad no dependa de donativos de ricos”.
