Esta mañana Nuñez Feijóo llegaba a Génova 13, sede del Partido Popular, entre aplausos y felicitaciones de sus compañeros de partido. No obstante, poco ha tardado la situación en volverse tensa para el PP madrileño. Feijóo, henchido por su victoria, ha criticado fuertemente la estrategia nacional del partido, poniendo como ejemplo de buen hacer su gestión en la comunidad de Galicia.
“Mi modelo en Galicia funciona” ha dicho en rueda de prensa para después continuar afirmando que en Galicia “Hemos dicho no a la política frívola, a la política del Tuit y a la política populista de los dos extremos”. Justo después de esto lanzaba una daga a la gestión de Pablo Casado al frente de los populares “Tenemos que extrapolar un PP que es lo que ha sido siempre, un partido de estado, templado” enfrentándose a la deriva más ideológica que había adoptado la formación desde la victoria de Casado en las primarias.
Este claro enfrentamiento a pocos días de la revalidación de la mayoría absoluta de Feijóo parece indicar una dinámica que cada vez se ve más marcada, la gran separación entre el PP nacional y la baronía gallega. La tendencia a la moderación frente a una mayor beligerancia ideológica, así como la casi total ocultación de los símbolos de la formación durante la campaña de Feijóo dejan en claro que existe una disconformidad entre ambos grupos. Asimismo, la tendencia creciente de Nuñez Feijóo hacia el galleguismo y el apoyo a varias de las pretensiones nacionalistas como el estudio casi total en gallego, o la asunción realizada por el propio Feijóo de que Galicia es un “país” muestran que algo marcha mal en Galicia.
