El Gobierno iraní ha dado hoy un comunicado a través del Jefe Nuclear de Irán, Alí Akbar Salehi, que amenaza con tensar aún más las dificultosas relaciones entre el gigante americano y la república islámica. De acuerdo con el Salehi se construirá una instalación para la producción de centrifugadoras avanzadas de uranio cerca de la planta nuclear de Natanz, en el “corazón” de las montañas de Irán.
De acuerdo con el comunicado, esta instalación construirá centrifugadoras avanzadas para el enriquecimiento de uranio, reemplazando de tal forma una antigua planta de producción ( aquella de menores dimensiones) que resultó dañada en un incendio en Julio y que, de acuerdo con el Gobierno iraní, podría tratarse de un sabotaje. Esta planta tiene el objetivo de aumentar el volumen de producción de uranio enriquecido para alimentar las cada vez más numerosas centrales nucleares de la república islámica, afirmando Salehi que esta fábrica será “moderna, amplia y completa” y que los trabajos de construcción “ya han comenzado”. No obstante, este volumen de producción presenta un gran problema, el tratado nuclear firmado desde Teherán y que Estados Unidos exige que se cumpla.
En este tratado se establece un límite de acuerdo a la producción o importación de elementos que podrían resultar en la creación de armas nucleares por parte de la república islámica. Pese a esto, el gobierno iraní ya afirmaba el pasado 5 de enero que no pretendía cumplir la limitación de acuerdo con el número de centrifugadoras que podía tener, alegando que, a partir de ese momento, la producción nuclear de Irán respondería únicamente a las necesidades técnicas del país. Sin embargo, también se recalcó que continuaría cooperando con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Por último, la república islámica ha retado a los Estados Unidos, afirmando que no cumplirán el tratado, ni pensarán en hacerlo, hasta que cesen las amenazas por parte del gobierno americano y que las sanciones en su contra sean, de forma inmediata, levantadas.
