Foto de: El Comercio Perú

Elliot Abrams, representante de la Casa Blanca para asuntos sobre Venezuela, ha afirmado hoy a la tarde que Estados Unidos se encuentra “trabajando duro” para que Nicolás Maduro deje de ser presidente antes de que acabe el año.

La frase completa “Obviamente esperamos que él (Maduro) no sobreviva al año y estamos trabajando para que eso suceda” fue dicha por el alto cargo diplomático durante la audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Igualmente afirmó que “Para finales de año se encontraría fuera del gobierno” y que sería clave que el pueblo venezolano rechazase el resultado de las elecciones del próximo diciembre, en las cuales la mayoría de la oposición ya no pretende participar, de acuerdo con el manifiesto publicado pocas jornadas atrás.

Se ha declarado que el gobierno americano no hablará con Maduro, salvo con un matiz “para discutir su salida de la presidencia (…) de ninguna manera hablaremos con él sobre quedarse en el poder”.

Las declaraciones concluyeron con dos llamativas aseveraciones sobre los planes que tiene E.E.U.U para “restaurar la democracia”. Primero se ha confirmado que el gobierno americano mantiene contactos con altos cargos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana con los que, en el peor de los casos, se podría contar para recuperar el país. Igualmente, el Comando Sur, el grupo militar estadounidense experto en asuntos latinoamericanos, se encuentra en palabras del representante, tratando de ponerse en contacto con altos jerarcas militares que” nos falta alcanzar”.

Por último, se afirmó que en caso de triunfar esta estrategia el próximo presidente sería Juan Guaidó, independientemente del resultado de las próximas elecciones de diciembre. Estas elecciones han sido calificadas de “Fraude” cuyo resultado no determinará que el futuro presidente de Venezuela sea Juan Guaidó.

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