Foto de: ABC

Nuevo acto de violencia en contra de las fuerzas del estado. Un ciudadano de origen magrebí residiendo en España ha atacado a un policía nacional en Málaga con un martillo mientras clamaba a favor del yihadismo.

La pasada noche de ayer el magrebí entró en la comisaría con el supuesto objetivo de conocer los procedimientos de renovar su pasaporte. No obstante, cuando los dos agentes presentes en la recepción se distrajeron buscando el proceso exacto en sus ordenadores la situación se salió de control. De repente escucharon “Policías, hijos de puta, vais a morir todos” para, un segundo después, sacar el criminal del bolsillo de su chaqueta un martillo. Un segundo después se abalanzó sobre uno de los agentes al cual comenzó a golpear con la herramienta en la cabeza mientras gritaba “viva DAESH, viva Bin Laden”. Al momento el otro agente embistió al atacante y le redujo para después detenerle. El policía golpeado, si bien con heridas, actualmente se esta recuperando. Por su parte el agresor se niega a colaborar con la justicia y continúa amenazando a los agentes que tratan de comunicarse con el.

Lo naife de los gritos y del propio ataque indica que claramente no se trata de un atentado real, sino más bien de un ciudadano cualquiera que, empujado por las consignas yihadistas se ha radicalizado y pretendía colaborar con el terrorismo islámico. Aún así, este es un ejemplo más de la creciente radicalización de la población de religión musulmana en el seno de Europa occidental, un problema que debe atajarse si se pretenden evitar futuros atentados así como evitar la violencia contra ciudadanos europeos que cada vez más se encuentran amenazados por la posible violencia islámica que parece campar a sus anchas por el viejo continente.

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