Foto de: Le Monde

El islam radical se ha extendido por el territorio francés durante los últimos años. De acuerdo con las informaciones reveladas por el diario “Le Figaro” hay actualmente en Francia (país con más de 67 millones de habitantes) cerca de 100.000 mil musulmanes radicalizados de un total de 5.7 millones. Estos, en su mayoría, pertenecen a las confesiones salafistas, defensores de las vertientes más puras e integristas, y miembros de la cofradía de los Hermanos Musulmanes. Esta última facción pertenece al conjunto de “Hermanos Musulmanes”, una organización política internacional que ya ha tratado de tomar el control de varios países de la península Arábiga como Líbano, Jordania o Egipto.

Los primeros resultados obtenidos en 2005 sobre el número de radicales en Francia databan su número en unos 5.000. Este crecimiento en 15 años, más de 95 mil, ha asustado enormemente al gobierno francés así como a la comunidad internacional. Asimismo, la estrategia de estos grupos ha alterado también a los expertos en contra de la radicalización. Estos nuevos radicales, lejos de tener planteamientos tradicionalmente terroristas, presentan una vocación de proselitismo.

Estos nuevos grupos se han enfocado no en poner bombas, o emigrar a oriente medio para unirse a formaciones terroristas, sino en defender sus planteamientos en territorio nacional y expandir sus ideas entre los musulmanes locales así como entre la población en general. Asimismo, esto tiene el objetivo de lograr que, sino toda la nación, si al menos partes de ella, no se acepten las normas de los estados y si los planteamientos originarios del Corán.

La situación ha causado tal revuelo que el propio presidente, Emmanuel Macron, ha clamado para frenar este “islamismo separatista”. Con este objetivo Jean Castex, primer ministro, anunciaba a principios de julio una legislación especial, destinada a frenar y acabar con la amenaza de este nuevo resurgir islamista.

Igualmente otras naciones de alrededor como España o Alemania se pueden encontrar en peligro de que ocurra un proceso similar dependiente de las organizaciones radicales francesas. Y es que de acuerdo con los últimos datos proveídos por EUROPOL estos radicales, aprovechándose del Espacio Schengen, se han estado desplazando entre países comunitarios con el objetivo de expandir sus planteamientos entre poblaciones musulmanas menos radicalizadas sobre todo. Esto es sobre todo peligroso en España y Alemania, países con población islámica relativamente grande (1.7 millones en España y cerca de 6 millones en Alemania) donde su población, su bien de forma creciente, aún no está muy radicalizada. Esta influencia disruptiva podría causar un aumento del número de atentados en países comunitarios, así como la creación de zonas donde el control del estado sea reducida. En este sentido el objetivo poblacional clave de los grupos terroristas han sido los guetos y las regiones deprimidas económicamente.

Y es que la mayoría de los ciudadanos radicalizados, tanto terroristas
como individuos relacionados con estas células, suelen ser personas sin trabajo, con baja cualificación y, en última instancia marginadas de la sociedad. De hecho se ha encontrado un enlace directo entre el pasado criminal y la residencia en guettos con las tendencias a adoptar este tipo de perspectivas y sumarse a la llamada de la “yihad”

Asimismo, los grupos más vulnerables, de acuerdo también a EUROPOL y su informe sobre terrorismo de 2019, son los jóvenes. Los cuales están siendo sistemáticamente contactados por grupos extremistas a través de redes sociales con el objetivo de radicalizarlos en los planteamientos islamistas. Si bien la mayoría de estos jóvenes suelen ser de origen magrebí o argelino, también se ha producido casos de personas jóvenes, de familias cristianas, que se han visto tentados por las redes radicales. Este último aspecto preocupa de sobre manera a los expertos, los cuales consideran que la defensa de los jóvenes en este caso debe ser una prioridad.

Asimismo, tal y como se demuestra en el ya mentado informe asi como en articulo de en publicado Revistas Unisci de Díaz y Rodríguez titulado “La Unión Europea y el Terrorismo” la mayoría de terroristas que han atacado dentro de la Unión presentaban una serie de rasgos en común. Entre estos los más destacables era que eran ciudadanos originarios de  países europeos así como tenían una edad muy corta, no superando los 25 años. Asimismo, habían sido radicalizados en su mayoría a través de el contacto con este tipo de organizaciones en redes sociales o grandes chats.

Por último han sido identificados por los expertos una serie de rasgos claves en cuanto a cómo se radicaliza a esta población. Principalmente se aprovechan de la joven edad de los sujetos para venderles una idea de protección, una fe y unos compañeros religiosos que, ante las dudas de la vida, se ofrecen seguros y constantes. Así, con el pasar del tiempo, y sobre todo si estos jóvenes presentan problemas familiares o afectivos, caen en las redes del islamismo radical.

 

 

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