La marca de supermercados gala, Carrefour, ha protagonizado hoy una gran polémica en Cataluña. Esto se debe a que una gran superficie propiedad de marca en la provincia catalana de Girona ha excluido el castellano de todos sus carteles y señales, tan solo rotulando en catalán y francés.
De acuerdo con las informaciones difundidas por medios de ámbito catalán como la plataforma Hablamos Español y el diario Crónica Global esto habría producido un gran revuelo entre los consumidores locales e incluso algunos productores que se habrían negado a suministrar al centro.
La respuesta de la empresa ha sido draconiana, alegando que ellos cumplen la normativa. Cosa que es cierta puesto que en Cataluña la ley obliga tan solo a rotular en catalán, obviando el segundo idioma oficial y el principal en el ámbito de toda la nación, el castellano.
Esta polémica podría afectar profundamente a la compañía a sazón de la reciente polémica originada por la marca de helados Frigo que, por un asunto semejante, se enfrentó a un boicot masivo por buena parte de los hosteleros y la sociedad, tanto en Cataluña como en el resto del territorio del estado. La plataforma Hablemos Español afirma que tratarán de que la marca entre en razón, cosa que confían que ocurra en poco tiempo, posiblemente previendo el impacto en las ventas.
A partir de ahora no compraré nunca más en Carrefour y tampoco echaré gasolina en las gasolineras Carrefour.
En todo el estado español, aparte de rotular en la lengua regional, debe de ser obligatorio por ley el español.
El Carrefour de Puigcerda lleva así mucho tiempo. Llame a la central de Madrid, llamé a la central en París y ni caso