Desde hace casi una década los líderes europeos habían intentado combatir la violencia doméstica adhiriéndose al convenio europeo de Estambul, firmado en 2011, el cual supuso un gran paso en favor de los derechos de las mujeres. Ahora Turquía plantea dejar el convenio por considerar que ataca a la “familia tradicional”.

En un país donde, en el último año, al menos 400 mujeres fueron asesinadas en casos de violencia doméstica y cuatro de cada 10 mujeres han sido sometidas a abusos sexuales o violencia física al menos una vez en sus vidas, de acuerdo con los registros del grupo activista Women for Women’s Human Rights. Los números han aumentado año a año en el país, con un importante aumento de la violencia doméstica en los últimos meses debido al confinamiento provocado por la pandemia de coronavirus.

Las protestas dirigidas por cientos de mujeres se han avivado y han tomado las calles para manifestarse contra esta decisión del presidente Recep Tayyip Erdogan, que no solo ha fallado en reducir los casos de violencia doméstica, sino que ahora se plantea dejar la convención de Estambul este mes. “La elección es nuestra, la decisión es nuestra, la noche es nuestra, las calles son nuestras” cantaban los manifestantes en la manifestación en Estambul.

Los sectores populistas y tradicionalistas turcos, aupados por nacionalistas y sectores más extremos del islam llevan años calificando el pacto como un ataque a la soberanía nacional y a los valores tradicionales de la cultura turca. Del mismo modo han tachado el convenio de Estambul de promocionar “políticas de género” e “ideología LGTB”. Asimismo muchos imanes (sacerdotes) del país han expresado la necesidad de abandonar el acuerdo en la medida en la que este ataca l institución del matrimonio de origen musulmán. En este sentido,se afirma que el pacto presenta la intención de occidentalizar y profanar los valores fundacionales islámicos del país.

Esta deriva de oposición también ha afectado a otros países europeos como Bulgaria, la República Checa, Hungría, Letonia y Eslovaquia que aún no han ratificado el acuerdo. El gobierno polaco recientemente ha amenazado con separarse del convenio.

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