Este jueves el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra i Plá, ha reestructurado el Govern, cesando a tres consellers no afines a la actual dirección del partido. Entre los cesados están Miquel Buch, Ángels Chacón y Maria Ángela Vilallonga.
No obstante la sustitución más polémica ha sido la Buch, antiguo conseller de interior, ha sido sustituido tras perder la confianza del presidente de la Generalitat como consecuencia de las actuaciones de los Mossos en las manifestaciones tras la sentencia del 1-O. Este cargo será ocupado a partir de ahora Miquel Sámper, antiguo candidato a la alcaldía en las últimas elecciones en Terrassa y número 2 del ex conseller de cultura, Lluís Puig. La polémica se despertó por las reacciones de Sámper a las declaraciones de un cabo de la Guardia Civil que lo denunció por animar a los manifestantes a que golpeasen y atacasen a la benemérita en la sede de Unipost en 2017. El ahora Conseller reaccionó ante estas acusaciones negándolas en rotundo pero, además, amenazó al agente con una denuncia formal.
Tras el relevo Sámper ha admitido que su tiempo en el cargo será corto, sin embargo ha asegurado que se esforzará en “armar una policía que vele por la seguridad de todos a la par que respete los derechos fundamentales”.
