Hay dos doce de julio que pasaran a la historia, más o menos reciente, del País Vasco y a la historia de España.

El doce de julio de 1997, ETA una vez más, cumplía su amenaza y tras secuestrar y dar de plazo 48 horas al Gobierno de José María Aznar para acercar a todos los presos etarras al País Vasco, disparaba hiriendo de muerte, de la forma más vil y cobarde, con dos tiros en la nuca, maniatado y de rodillas, al joven concejal del Partido Popular en la localidad vizcaína de Ermua, Miguel Ángel Blanco Garrido. ETA una vez más, no escuchó el clamor unánime de la sociedad vasca y española, que salimos a las calles y plazas de todos los pueblos y ciudades, como si fuéramos uno.

El pasado domingo, doce de julio de 2020, se celebraron las elecciones al Parlamento Vasco, coincidencia o no, el mismo día del asesinato de Miguel Ángel Blanco, 23 años antes. Cuando las campanas de la iglesia de la Villa de Yécora, en la Rioja Alavesa, dieron las cuatro de la tarde, salí a la puerta del Ayuntamiento, me separé un poco y en silencio rece un Padre Nuestro, por el alma de Miguel Ángel Blanco Garrido y comencé a escribir un tweet.

Al final de la jornada electoral, cuando me enteré de los resultados, no me lo terminaba de creer,  aunque sabía que podía ocurrir.

BILDU, el partido político que sigue aún hoy día sin condenar el asesinato de Miguel Ángel y los más de 800 atentados de ETA, sube cuatro escaños más que en 2016, situándose como segunda fuerza con 22 escaños. Reitero, para que no se olvide, el mismo día que 23 años antes asesinaran al joven concejal del Partido Popular de Ermua.

El PNV, el partido político que recogía las nueces cuando ETA asesinaba. El partido más corrupto del País Vasco, con más de 30 casos de corrupción repartidos por las tres provincias vascas. El partido que, por su nefasta gestión, no hizo lo posible para evitar el accidente en el vertedero de Zaldivar, donde a día de hoy, cinco meses después, dos personas, dos trabajadores, Joaquín Beltrán y Alberto Solaluce, siguen sepultados entre escombros. Sus familias siguen deseando poder encontrarlos para enterrarlos y poder así descansar. Ese mismo partido sube 3 escaños manteniendo su hegemonía, logrando 31 escaños. ¡Qué rápido se ha olvidado la gente de la corrupción del PNV y de lo que ocurrió el 12 de julio de 1997! Dudo que los jóvenes que han votado a BILDU sepan quién fue Miguel Ángel Blanco. Porque tal vez nadie en su entorno les haya contado que hubo un joven concejal de 29 años llamado Miguel Ángel Blanco que fue secuestrado y asesinado por ETA el 12 de julio, hace 23 años.

No podemos permitir que se olviden a las más de 800 personas como Miguel Ángel, que fueron asesinadas por ETA. Por ellos y por todos, “Memoria, Dignidad y Justicia”. No podemos hacer “tabla rasa” y vivir como si nada hubiera pasado. No podemos permitir que la no condena a ETA se normalice y no pase nada.

Frente al nacionalismo que divide y separa, que hace ciudadanos de primera y de segunda categoría, el mejor dique de contención son los valores de los constitucionalistas.

Aitor Miranda Vivanco (Profesor y concejal del Partido Popular en La Villa de Yécora, Rioja-alavesa)

 

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