Los turistas siempre han sido una gran fuente de ingresos en España. Concretamente, Barcelona, es una de las ciudades que más turistas acapara y por lo tanto, más ingresa en este sentido. El Ayuntamiento de la ciudad ha anunciado que va a incrementar progresivamente el impuesto de estancias en establecimientos turísticos. Los nuevos precios serán de de 0,75 céntimos en 2021, de un euro respectivamente en 2022 y 2023 y de 1,25 céntimos en 2024. A partir de ese año, el importe total ascenderá a los 4 euros autorizados por la Generalitat de Cataluña.
La realidad es que ya se ha puesto a funcionar la tramitación administrativa de la ordenanza municipal sobre el recargo del impuesto turístico por medio de Ada Colau (alcaldesa de Barcelona) con la propuesta de empezarlo a aplicar de manera progresiva a partir del 1 de enero de 2021, si es posible, debido a la crisis provocada por el COVID-19.
Xavier Marcé (concejal de Turismo e Industrias creativas) asegura que el cobro del recargo se podría retrasar hasta dentro de casi un año, concretamente, julio de 2021si en diciembre la Generalitat mantiene la moratoria de cobro de la tasa turística decretada ante la situación generada por la pandemia de coronavirus y de la situación de los hoteles.
El primer trámite administrativo obligatorio será la aprobación provisional de la ordenanza fiscal ya que permite poner en marcha el recargo por parte del gobierno municipal. Ese será el primer paso de este proyecto, que cuando lo dé, continuará con su tramitación hasta su aprobación definitiva, pasando por la comisión de Economía y Hacienda de esta semana y el Plenario del Consejo Municipal de este mes.
Marcé también se ha querido referir a que los hoteles en Barcelona no pasan por su mejor momento. Es obvio, ya que ha declarado que solo el 20% de ellos tienen sus puertas abiertas; esta medida se debe a los rebrotes que hubieron en julio.
