El Tribunal no reconoce el delito de querella en la acusación vertida por Macarena Olona hacia el partido socialista por practicar la eutanasia a los ancianos de las residencias que se vieron afectadas por el covid-19.
Este órgano ha negado la existencia de indicios que prueben un delito de injurias, calumnias o similares. Sin embargo, se entiende el motivo de la denuncia interpuesta. De esta forma, el magistrado Vicente Almagro, ponente de dicho auto, declaraba “es comprensible la queja de la parte querellante, pero no cabe subsumir en la norma penal el exceso verbal con fines políticos”.
Por consiguiente, estas acusaciones han sido consideradas como una crítica política hacia el gobierno de Sánchez, pero tratándose de una situación excepcional. Para ello se ha querido resaltar, que no existe carta blanca en cuanto a las críticas sobre la gestión de la pandemia. A su vez, esta sala ha comunicado también su deseo de que “las expresiones y los tonos en debate público fueran más correctos”.