Hace una semana el gobierno regional de Madrid anunció restricciones para ciertas zonas de Madrid. En rueda de prensa, Isabel Díaz Ayuso, junto al vicepresidente, Ignacio Aguado, y el consejero de Sanidad, Enrique Ruíz Escudero, presentaron estas medidas y solicitaron la ayuda del gobierno central.
Este lunes, Sánchez y Ayuso se reunieron en el Palacio de Correos, para llegar a un acuerdo sobre la gestión de la pandemia en la capital. Una reunión, aparentemente fructífera para ambas partes. Cabe destacar, que en la comparecencia posterior a esta reunión, la presidenta de la Comunidad de Madrid, continuó con ciertos reproches hacia el gobierno.
Sin embargo, ahora se conoce los tejemanejes y desacuerdos que han surgido a raíz de este encuentro. Según fuentes del gobierno, el jueves fue el día decisivo en esta negociación, cuando el ministro de Sanidad, Salvador Illa presentó un documento al consejero Enrique Ruíz Escudero, valorando una serie de medidas que el ejecutivo considera de necesaria implantación inmediata en Madrid.
Medidas entre las cuales destacan el confinamiento de todo el área de la capital, nuevas limitaciones en zonas de alta incidencia del virus o por ejemplo, la reducción del aforo de las terrazas al 50%.
Ante esta situación, el gobierno de Ayuso solicitó un plazo de una semana, pero este fue rechazado alegando que se debe actuar ya con más contundencia para controlar la pandemia en la peor región de Europa.
Ese mismo jueves por la noche, se descubrió al ministro Illa en una reunión con algunos socialistas de la Comunidad de Madrid, además de Carolina Darias, titular de Política Territorial y Función Pública, y también Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo.
Durante la mañana del viernes se mantuvieron algunos acercamientos para intentar evitar este choque político, sin embargo el acuerdo no se logró. Entre estos acercamientos se destaca el de Iván Redondo, jefe de gabinete de Sánchez, a Miguel Ángel Rodríguez, homólogo del gabinete de Ayuso.
La gota que colmó el vaso fueron los rumores que llegaron a la Comunidad de Madrid sobre el apoyo de Ruiz Escudero y Martínez Almeida, alcalde de Madrid, hacia las medidas propuestas por el gobierno.
El fruto de este conflicto se reflejó en dos ruedas de prensas, prácticamente simultáneas, que daban a entender la ruptura entre estos gobiernos. Sánchez ya había avisado de que estas discrepancias serían expuestas ya que no podían hacerse responsables de una decisión tan grave como la de la presidenta.
Ahora el gobierno central espera que Ayuso rectifique, pero no descarta la posibilidad de decretar un estado de alarma unilateral o incluso, el artículo 155 de la Constitución, por segunda vez en la historia de la democracia.